Qué tema tan difícil de tocar en una fecha como hoy, dirán ustedes. Pues no, el tema de las suegras es tan complejo y divertido al mismo tiempo, que merece uno y mil artículos para escribir así que consideren este la parte I de muchas por venir. Trataré de no utilizar muchos adjetivos aunque sea dura la tarea de describir sin ellos pero es que los adjetivos tienden a volverse rótulos y estoy en contra de los rótulos. Las suegras de Rodas pertenecen por lo general a una de dos categorías: la pública y la privada. La pública es simplemente la madre del marido o de la mujer. Esta primera categoría incluye a la madre que, acepte o no a su hijo o hija putativa, asume el papel de suegra y madre política desde el momento del compromiso hasta el del abuelazgo. Lo asume como se asume el papel de presidente de un comité de padres de familia en un colegio: con gran consciencia de los deberes y los derechos que se adquieren al obtener dicho título. Se preocupa por el más mínimo detalle en los preparativos de la boda y luego es la primera en sacar a pasear al primogénito con todo el orgullo que este rol le da. Esta suegra es la que luego se convierte en niñera y a veces hasta cocinera del nuevo hogar. En mi experiencia, no tiene importancia si la "suegra" es la del marido o la de la mujer: comida, no falta en la casa de las parejas jóvenes rodias; tampoco, lavandera y planchadora. Dicha suegra pública deja de ser esposa para convertirse en nueva sirvienta de sus hijos y sus nueras o yernos. ¿Suena bueno? Pues entonces esperen que les cuente cómo son las suegras que pertenecen a la categoría de privadas y pienso que ya es hora de especificar en qué radica la diferencia: la pública es de mostrar. Toda nuera y todo yerno se ufana de los servicios que presta la suegra y se sienten orgullosos de contar con su ayuda la cual se da por sentada a cualquier hora y bajo cualquier circunstancia.
La suegra privada es aquella que desgraciadamente abunda en las familias de clase media alta de Rodas. Describirla exige hacer una breve lista de sus labores en el día y eso haré a continuación. 1. Se levanta por la mañana y entra con sus llaves -cedidas o sacadas en secreto- a la casa o apartamento de los "hijos" (Dícese hijos al hijo o hija y nuera o yerno). 2. Revisa la nevera para ver si hay los ingredientes apropiados para un desayuno digno de su hijo/a. Si no los hay, los provee. 3. Prepara el desayuno o hace ruido hasta que el yerno o la nuera se despiertan e instruye sobre cómo se prepara dicho desayuno. 5. Pregunta qué harán para el almuerzo. 6. Después de dar unos cuantos "consejos" sobre cómo lavar la ropa, tenderla y plancharla, se va a preparar el desayuno de su marido y luego de los otros hijos políticos o propios. 7. Descansa dándole una desempolvada a su propia casa y preparando comida para el resto del día -tanto para los unos como para los otros. 8. Llama por teléfono a los "hijos", pidiéndo perdón si ha despertado a alguien, a ver si ya almorzaron y si no lo han hecho, de encarga del asunto: ver tercer ítem. 9. Desaparece por unas horas para dedicarse un poco a su propia vida si es que tiene una, y no porque quiera sino por son las horas en que ninguno de los "hijos" está disponible. 10. Se da una pasadita por la casa de los "hijos" a ver si quieren probar sus pastelitos de queso recién sacados del horno. No se queda sin explicar que sus pastelitos de queso son irremplazables e inimitables pero al menos está dispuesta a enseñar su receta. 11. Finalmente, se dirige a su casa que a menudo está o un piso más arriba o un piso más abajo de la de los "hijos" y desea a todos unas buenas noches. La suegra privada es simplemente imposible de exhibir pues no está nunca presentable para salir a la calle y por lo tanto nadie la ve jamás. Pero todas sus tareas son visibles en la casa, al menos para sus hijos políticos.
Continuará...
La suegra privada es aquella que desgraciadamente abunda en las familias de clase media alta de Rodas. Describirla exige hacer una breve lista de sus labores en el día y eso haré a continuación. 1. Se levanta por la mañana y entra con sus llaves -cedidas o sacadas en secreto- a la casa o apartamento de los "hijos" (Dícese hijos al hijo o hija y nuera o yerno). 2. Revisa la nevera para ver si hay los ingredientes apropiados para un desayuno digno de su hijo/a. Si no los hay, los provee. 3. Prepara el desayuno o hace ruido hasta que el yerno o la nuera se despiertan e instruye sobre cómo se prepara dicho desayuno. 5. Pregunta qué harán para el almuerzo. 6. Después de dar unos cuantos "consejos" sobre cómo lavar la ropa, tenderla y plancharla, se va a preparar el desayuno de su marido y luego de los otros hijos políticos o propios. 7. Descansa dándole una desempolvada a su propia casa y preparando comida para el resto del día -tanto para los unos como para los otros. 8. Llama por teléfono a los "hijos", pidiéndo perdón si ha despertado a alguien, a ver si ya almorzaron y si no lo han hecho, de encarga del asunto: ver tercer ítem. 9. Desaparece por unas horas para dedicarse un poco a su propia vida si es que tiene una, y no porque quiera sino por son las horas en que ninguno de los "hijos" está disponible. 10. Se da una pasadita por la casa de los "hijos" a ver si quieren probar sus pastelitos de queso recién sacados del horno. No se queda sin explicar que sus pastelitos de queso son irremplazables e inimitables pero al menos está dispuesta a enseñar su receta. 11. Finalmente, se dirige a su casa que a menudo está o un piso más arriba o un piso más abajo de la de los "hijos" y desea a todos unas buenas noches. La suegra privada es simplemente imposible de exhibir pues no está nunca presentable para salir a la calle y por lo tanto nadie la ve jamás. Pero todas sus tareas son visibles en la casa, al menos para sus hijos políticos.
Continuará...
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