Mi primer “shock” cultural
La palabra “montañero” en el Valle del Cauca hace pensar a la gente en una persona a la que “bajaron de la montaña con espejo retrovisor” y por tanto, no sabe nada del nuevo valle donde ahora habita. Hmmm... y los caleños, no somos acaso también montañeros cuando llegamos a Europa? Por supuesto que sí, y yo lo comprobé cuando llevaba apenas unos días en Rodas. Será una isla, estará aislada del continente por 50 minutos en avión (en verano y con buen tiempo en invierno también) y más o menos 16 horas por barco a Atenas; pero Rodas está en Europa yo me sentí montañera a la orilla de mar Mediterráneo. La primera consecuencia de llegar como extranjera caleña a tierra rodiana fue el provocar una curiosidad inmensa entre la familia grandísima con la que mi entonces prometido me recibió en el aeropuerto. Todos pensaban –me lo contaron después- que yo me parecería a las protagonistas de las telenovelas mexicanas o brasileñas que han transmitido y aún transmiten aquí, dobladas al griego (para tristeza de muchos) y llenas de personajes irreales y llenos de maquillaje y de belleza de exportación. Yo no es que sea fea, pero ni me parezco a estas protagonistas altas y de melena, con labios y pestañas de muñeca, ni uso ropa de bailarina de mambo en bar de Miami. Así que me disculpo si di a entender yo me llevé sola el primer “shock”; mi familia rodiana me sorprendió por su número en el aeropuerto pero yo los sorprendí más con mi apariencia común y sobre todo con la ausencia del sombrero que en traducción al griego significa: sombrero de charro mexicano.
Ahora sí, mi primera montañerada ¿cuál fue? No fue por el idioma pues se sabía que yo no hablaba gota de griego: mi buen inglés me permitía comunicarme con la mayoría de las personas de más de 25 y menos de 70 años. No fue como ya les dije por mi forma de vestir o mi apariencia física en general. Fue cuando visité la primera “taverna” que en Grecia es el restaurante familiar, el bistró francés, tal vez la trattoria italiana. Aquí comen como griegos, y esa expresión quizá no sea conocida en las Américas pero en todo Europa lo es.... comen muchísimo. La forma de servir, para mí la más sabia: lentamente y sin levantar sino los platos ya vacíos o los que ya no tienen espacio sobre la mesa y su contenido se vierte a otros platos. Sirven las famosas entradas que varían entre ensaladas frías, pescados chiquitos fritos, verduras cocidas, mariscos, gramíneos y aquí les dejo el primer etcétera. Estas entradas son servidas en platos pequeños, medianos y grandes mientras que cada comensal tiene el suyo pequeño para ir probando de todo lo que van trayendo. Aquel que ordena, el que invita casi siempre, se deja aconsejar por el maitre que es por lo general el dueño o el yerno del mismo, o su hijo o su nieto o su primo. Se lleva la orden que parece más una lista de compras en el supermercado para un mes y va sirviendo poco a poco mientras todos disfrutan del vinito de la casa que es maravilloso casi sin excepción o del “Ouzo” (úzzo) que es el aguardiente griego y se toma en vaso delgadito y con hielo. La caleña homenajeada no chistó un momento en probarlo todo, pero sin tener en cuenta que vendría más y más y más y más comida. Mi novio entonces me decía: “con calma que viene más” y yo no escuchaba su consejo; seguía comiendo como si cada plato o bandeja que traían fuera la principal o la última. Pues al final de la primera tanda, yo ya no podía tragar un bocado más y de pronto... ta ta ta tan ta tan! Llegó el plato principal que era dos pescados de más de 2 kilos cada uno para las 6 personas que estábamos en la mesa. Pues sí, también comí pescado y cuando logré dicha hazaña, me sentí muy orgullosa de mí misma por haber honrado a los que nos invitaron esa noche a una cena griega y por haber comido como uno de ellos. Pero me equivoqué... faltaba el postre. Llegaron con una bandeja que traía seis diferentes tipos de dulces y pudines y siropes que hicieron que casi se me salieran las lágrimas. Todos insistieron en que traían varios tipos de postre para que yo probara y en el futuro supiera cuál elegir así que no lo duden, probé de todos y cada uno de ellos.
No comments:
Post a Comment