Monday, December 24, 2007

Nueva Dirección del Blog Caleña en Rodas

Hola mi gente. Les comunico que a partir de ahora podrán leer mi blog en la siguiente dirección:

www.decaliarodas.com

Espero verlos por allá pues tendrán oportunidad de convertirse en usuarios y escribir comentarios así como entrar en el denominado "Foro" que nos permitirá intercambiar mensajes fuera de línea, más simple que los comentarios.

Entonces los espero!

Sunday, December 23, 2007

Las Suegras de Rodas

Qué tema tan difícil de tocar en una fecha como hoy, dirán ustedes. Pues no, el tema de las suegras es tan complejo y divertido al mismo tiempo, que merece uno y mil artículos para escribir así que consideren este la parte I de muchas por venir. Trataré de no utilizar muchos adjetivos aunque sea dura la tarea de describir sin ellos pero es que los adjetivos tienden a volverse rótulos y estoy en contra de los rótulos. Las suegras de Rodas pertenecen por lo general a una de dos categorías: la pública y la privada. La pública es simplemente la madre del marido o de la mujer. Esta primera categoría incluye a la madre que, acepte o no a su hijo o hija putativa, asume el papel de suegra y madre política desde el momento del compromiso hasta el del abuelazgo. Lo asume como se asume el papel de presidente de un comité de padres de familia en un colegio: con gran consciencia de los deberes y los derechos que se adquieren al obtener dicho título. Se preocupa por el más mínimo detalle en los preparativos de la boda y luego es la primera en sacar a pasear al primogénito con todo el orgullo que este rol le da. Esta suegra es la que luego se convierte en niñera y a veces hasta cocinera del nuevo hogar. En mi experiencia, no tiene importancia si la "suegra" es la del marido o la de la mujer: comida, no falta en la casa de las parejas jóvenes rodias; tampoco, lavandera y planchadora. Dicha suegra pública deja de ser esposa para convertirse en nueva sirvienta de sus hijos y sus nueras o yernos. ¿Suena bueno? Pues entonces esperen que les cuente cómo son las suegras que pertenecen a la categoría de privadas y pienso que ya es hora de especificar en qué radica la diferencia: la pública es de mostrar. Toda nuera y todo yerno se ufana de los servicios que presta la suegra y se sienten orgullosos de contar con su ayuda la cual se da por sentada a cualquier hora y bajo cualquier circunstancia.

La suegra privada es aquella que desgraciadamente abunda en las familias de clase media alta de Rodas. Describirla exige hacer una breve lista de sus labores en el día y eso haré a continuación. 1. Se levanta por la mañana y entra con sus llaves -cedidas o sacadas en secreto- a la casa o apartamento de los "hijos" (Dícese hijos al hijo o hija y nuera o yerno). 2. Revisa la nevera para ver si hay los ingredientes apropiados para un desayuno digno de su hijo/a. Si no los hay, los provee. 3. Prepara el desayuno o hace ruido hasta que el yerno o la nuera se despiertan e instruye sobre cómo se prepara dicho desayuno. 5. Pregunta qué harán para el almuerzo. 6. Después de dar unos cuantos "consejos" sobre cómo lavar la ropa, tenderla y plancharla, se va a preparar el desayuno de su marido y luego de los otros hijos políticos o propios. 7. Descansa dándole una desempolvada a su propia casa y preparando comida para el resto del día -tanto para los unos como para los otros. 8. Llama por teléfono a los "hijos", pidiéndo perdón si ha despertado a alguien, a ver si ya almorzaron y si no lo han hecho, de encarga del asunto: ver tercer ítem. 9. Desaparece por unas horas para dedicarse un poco a su propia vida si es que tiene una, y no porque quiera sino por son las horas en que ninguno de los "hijos" está disponible. 10. Se da una pasadita por la casa de los "hijos" a ver si quieren probar sus pastelitos de queso recién sacados del horno. No se queda sin explicar que sus pastelitos de queso son irremplazables e inimitables pero al menos está dispuesta a enseñar su receta. 11. Finalmente, se dirige a su casa que a menudo está o un piso más arriba o un piso más abajo de la de los "hijos" y desea a todos unas buenas noches. La suegra privada es simplemente imposible de exhibir pues no está nunca presentable para salir a la calle y por lo tanto nadie la ve jamás. Pero todas sus tareas son visibles en la casa, al menos para sus hijos políticos.

Continuará...

Friday, December 21, 2007

Inmigrantes, unidos!

Acabo de llegar a mi casa de una invitación a jugar un juego llamado "Hum bug" y dicho juego consiste en tararear canciones desde la década de los cincuentas hasta nuestro siglo veintiuno. Pues bien, me di una corchada horrible pues no conocía casi ningún título de las canciones de las décadas de los 50s hasta los 70s. Ni modo de decir que me fue bien de ahí en adelante pero me divertí mucho y compartí un rato muy agradable con mis amigos los anglófonos. De ellos quiero hablar hoy pues son la mayoría de mis amigos en Rodas fuera de los griegos. Además de mis conocidos latinoamericanos o de España, estos son mis más queridos amigos que frecuento tanto en el coro de la iglesia como en ciertas ocasiones como la de hoy. Son personas de más de 50 años que, o viven aquí desde hace 20 o 25 años o acaban de jubilarse en Inglaterra, Irlanda o Escocia y residen ahora en Rodas. No tienen nada en común conmigo, originalmente. Podrían ser mis padres, y algunos hasta mis abuelos pero son mis amigos. Tenemos en común una lengua -bueno, casi pues mi inglés es 100% gringo y el suyo apenas lo empiezo a entender hace unos años- y un hogar adoptivo que es Rodas. Debo decir que nunca había tenido amigos del Reino Unido y tenía una imagen muy influida por la televisión americana, hasta ahora. Son personas familiares, cálidas y amantes de los animales. Se adaptan a la vida en Rodas con menos facilidad que yo, caleña de nacimiento y de crianza. No porque sean mayores que yo, sino porque están acostumbrados a una tierra sin sol, sin alegría y sin el jolgorio que se vive comunmente en esta Europa mediterránea o en la América del sur. Se pueden imaginar entonces qué puedo encontrar yo de atractivo en ellos? Tienen un humor fantástico: estos habitantes de las islas de Reino Unido quieren reir y por supuesto saben reir. Pueden burlarse de sí mismos y aunque su forma de demostrarte cariño es un poco brusca, son ante todo corteses. No como se imaginan al mayordomo inglés de las películas americanas; sí son irónicos y hasta cáusticos, pero bonachones. Son todos sensibles a la música y aunque le tienen como miedo al baile, lo gozan como espectadores. Estas son personas como cualquiera de nosotros que han estudiado música, historia, ingeniería, economía o enfermería. Vivieron más de la mitad de sus vidas en ciudades medianas y pequeñas de donde tuvieron la oportunidad de viajar a Europa y un día llegaron a Rodas: y se enamoraron de la isla. ¿ Quién no se enamora de esta isla? no sabría decir, es irresistible. Estos bretanos pues son ahora personas que disfrutan del clima y del sentir cálido de la isla de Rodas. Gozan la vida en sus casas no demasiado lujosas aunque algunas con piscina y tienen el mar... y más de 300 días al año de sol. Yo diría que les fue bien con el cambio, no creen? En general, estos escoseses, ingleses e irlandeses amigos míos son de las personas con quienes más me divierto en esta isla. A veces apenas si les entiendo lo que dicen y me veo obligada a pedirles que me repitan la misma frase 3 veces pero, vale la pena! Son mis amigos y con ellos comparto las conversaciones más amenas; no son nada dramáticos como los griegos, por lo tanto no tan sentimentales (o al menos eso aparentan) pero son igual de sensibles y aquí en esta cálida isla tienen la oportunidad de mostrar un lado de su carácter que no sería tal vez aceptado en su tierra. Yo extraño a mi madre, a mis hermanos y a mis primos y tíos; ellos extrañan a sus hijos y a sus nietos, a quienes visitan en verano cuando hay vuelos charter. Somos iguales: inmigrantes en esta tierra que nos recibió bajo diferentes circunstancias pero al final, tenemos en común esta ciudad que nos ha recibido y aceptado como suyos.

Thursday, December 20, 2007

De Caleña "cochosa" a rodia "zanahoria"

"cochosa": que le gusta "aplicarse" unos traguitos a menudo.
"zanahoria": que no le gusta o no la dejan o no quiere "aplicarse" unos traguitos a menudo.

No existe nada mejor que dejar en escrito los pensamientos, sobre todo cuando son pensamientos que interesan a los seres amados. Soy consciente de que mis lectores más asiduos son mi marido, mi madre, mi tía, mi prima hermana y algunas otras personas que me quieren bien. Como el objetivo primario de mi bitácora es hablar de todo y de nada, ese todo y ese nada son importantes para mí y por consecuencia para las personas que me estiman. El punto delicado es escribir cosas que también les parecen interesantes... no sólo porque sean cosas que no han pensado ellos o simplemente no han sabido expresar en palabras, sino porque la mayoría de mis cosas, ya las conocen. Pero hoy les contaré algo que no saben y que por lo tanto les parecerá muy pero muy interesante.

¿Les conté alguna vez que me volví "zanahoria"? Pues sí, se me olvidó tomar trago! Bien, los que me conocen sabe que siempre me gustó el traguito y no poco, me lo bebí; me lo bailé; me lo conversé por muchos años antes de venir a vivir a Rodas. Incluso muchos de ustedes tuvieron el gusto de verme "prendida" y bastante. Resulta que hace más o menos 9 años que mi capacidad de consumir y procesar el alcohol ha ido disminuyendo de manera notable. Hasta hace unos dos años que viajé a Cali por última vez, la única bebida alcohólica que me gustaba era el vino tinto. Allá intenté otras cosas y fracasé. Tengo la suerte de tener un marido con buen gusto -no caro- en vinos y que, además, los compra con frecuencia de manera que siempre hay en mi casa una buena botella de vino tinto o más. Lo que no saben es que ya no soy capaz de tomarme un whisky, ni en las rocas, ni a palo seco! Ni hablar de los deliciosos martinis secos que me preparó mi adorado tío el de Miami durante este pasado verano. Con dos, quedaba lista para encender las velitas del 7 de diciembre.
Desde que me empezó a gustar pues el vino, voluntariamente dejé de tomar alcohol fuerte y así mi organismo se olvidó de procesarlo. Hace dos días quise calentarme los pies (créanme, esa era la intención) y me tomé un whisky en las rocas mientras escribía mi blog del día y qué pasó? pues me pequé la mareada del siglo y amanecí con un guayabo (dolor de cabeza y sed) al otro día como aquellos que padecía tras las bebas más históricas de mi juventud. Eso no es nada! Hace un mes y medio me hice tomar un examen de hígado por motivo de "adherencias" -cosas de la "sejuela", ustedes saben- y resulté con una que otra enzima más altas de lo normal así que por orden del médico, me tocó dejar el alcohol por un mes... qué tal? yo! la nueva "zanahoria" de la familia.

Bueno, la buena noticia es que si quiero pegarme una "rasquita" bien buena, solamente hace falta que me sirvan un whisky o dos martinis secos. La mala noticia es que como en Rodas no es ahora parte de mi vida el baile que tanto me gusta, no podré volver a practicar esa costumbre tan caleña de tomarme unos traguitos y bailármelos también, con la confianza de antes. ¿Solución? Seguiré disfrutando de mis ahora amados vinitos tintos y excepcionalmente, me propondré tomar alcohol fuerte sólo y exclusivamente cuando me los pueda bailar. En el peor de los casos, la vida es bella y se ve más linda cuando se está sobrio, sí o no? qué opinan los que durante esta Feria de Cali se los "aplicarán" todos?

Felices Fiestas y felices tragos!

Wednesday, December 19, 2007

Compras de Navidad

Sabían ustedes que Rodas es uno de los lugares donde se encuentran los precios más altos del comercio? Pues créanme, no puedo ser exacta en cuanto a las estadísticas pero entiendo que Rodas es uno de los sitios de Europa donde se paga más caro un café. Les aclaro, el horrendo café Nescafé en agua con los aditamentos conocidos: la leche y el azucar. En Rodas se paga por un café en polvo en agua caliente 2 y hasta 3 euros. Hagan cuentas; si el euro está a casi tres mil pesos colombianos, se imaginan un agua café por casi el valor de un plato de comida en nuestro país? Pues eso no es nada: esta es la ciudad de los comerciantes y por eso se ve todo tipo de tiendas desde las turísticas hasta las de "firma" como Lacoste, Escada, Dolce & Gabbana y otros nombres que no vale la pena mencionar. También hay varias franquicias ya conocidas en el mundo como Zara y Carrefour. Lo que no saben es que aquí todo vale más que en Atenas. Todo está recargado como si lo trajeran a nado desde el continente. Sin embargo, los rodios compran como si hoy fuera el último día de sus vidas con el efectivo en el bolsillo. Ahora aquí ya pagaron la prima navideña, claro está, y se les nota. Bajé ayer al centro para comprar unos regalitos y salí disparada de regreso a mi casa después de una hora. Entré a 3 almacenes y en todos había colas de no menos de 6 personas. Advierto que antes de la segunda semana de enero habrá descuentos escandalosos que simplemente demostrarán lo mucho que están sobrecargados los precios en este momento. Pues bien, no por eso los rodios dejan de comprar. En menos de un mes todo valdrá menos de la mitad pero ya no lo querrán comprar. ¿Es cuestión de estrenar en Navidad y Año Nuevo? ¿Cuánta ropa o cosas se pueden estrenar en esos dos días? ni que tuvieran que ir a todas las corridas que habrá en Cali durante toda la feria, no? añadiendo todas las novenas bailables, los remates de feria, la salidita a concierto de salsa...

Bien, sólo quería contarles eso. No he podido acostumbrarme a una ciudad donde parece que todos son ricos -y no lo son- pero donde es evidente que todos aceptan gastarse la platica en vano. Y es que no viven la pobreza de cerca. Este es un tema que requiere de mucha reflexión pero no quiero entrar en un asunto tan serio el día de hoy. Aquí la gente quiere y casi siempre puede gastar más de lo que un colombiano promedio de clase trabajadora aceptaría como lógico. A ellos no les importa? pues entonces a mí tampoco, pero me niego a estrenarme más de una pinta en estas fiestas. Prefiero no darles el gusto a los que venden con más del 300% de ganancia sus productos "Made in China" y por eso, no les compro. A aquellos a quienes que hay que darles el regalo el 24 o el 25 de diciembre, pues les daremos de contentillo alguna cosita, pero no más. Me pregunto si Cali también andará pululando de compradores compulsivos que piensan que lo que se vende en estos días de fin de año no se volverá a ver jamás en las vitrinas. Lo mejor del cuento es que a partir del primer día de los descuentos, empezará a hacer verdaderamente frío y la famosa moda de la "season" (estación) invierno comenzará a usarse de verdad. Será que los dejamos esperar? a los vendedores me refiero, claro.

Monday, December 17, 2007

Mamá sobreprotectora, yo?

Que tire la primera piedra la madre que no siente dolor profundo cuando su hijo llora de miedo o de dolor o incluso de simple sueño y cansancio. No creo en el llanto manipulador, ni en el llanto que solamente busca distraer la atención de la madre tras haber hecho una buena travesura... pero, cuál es la diferencia entre un llanto y el otro? Gigante! y eso no hace que duela menos... he adquirido la fortaleza para decir "no" cuando siento que me quiere manipular mi hijo, pero hay ocasiones en que es más hábil que yo y logra engañarme. No me siento culpable; simplemente sigo dispuesta a aprender y a escuchar los consejos que considero sabios con base en buenos resultados. ¿Cómo así buenos resultados? Hay algún padre que tenga la fórmula perfecta para criar al hijo o a la hija perfecta? muéstrenmelo! dénme su nombre y así lo escucharé. A aquel padre o madre que no ha metido la pata ni una sola vez con sus hijos y que ha conseguido criar al hijo... "perfecto"(? )

Pues bien, aquí se me vienen a la mente las madres que conozco en Rodas y por no vivir en Cali como madre, no he podido comparar. Ayúdenme ustedes, madres caleñas. La frase más frecuente que oigo en las calles cuando un niño corre -aun dentro del andén y a veces hasta de la mano de la mamá - "cuidado que te caes" así, en afirmativo... "Te caes", como si lo anunciaran y no lo advirtieran. Conozco niños que en el mes de octubre con temperaturas todavía de 20 grados centígrados parecen cebollas porque llevan tanta ropa puesta que se les ven los cachetes rojos del calor. A los niños aquí a veces les cambian el vestido de baño cuando salen del mar, para ponerles uno seco, no sea que se "resfríen". Lo más comúnmente visto en las calles de Rodas es la madre o la abuelita con el coche y el bebé, desde sus 40 días de nacido (casi NUNCA antes) hasta los 4 o 5 años. Lo primero que "chequean" las otras madres es si el niño/a lleva puesto su amuleto contra el mal de ojo; si no lo lleva, te preguntan si no le temes al mal de ojo. Si respondes que no, te lanzarán un falso escupitazo (lo juro) que se supone, lo protegerá de dicho mal. Conozco mamás que planchan la ropa de los hijos hasta que cumplen el año... no por estética sino para matar microbios. Entre mis amigas hay madres que le dan golpes horribles a las paredes o a las puntas de las mesas cuando por culpa de estos objetos, sus hijos se golpean... sí!! la culpa es de las paredes y de las puntas de las mesas!!! No dejo de oir las voces y a veces los gritos de mis amigas cuando veían a Giorgos subir y bajar las escaleras de mi casa (cinco escalones peligrosísimos que van al segundo nivel) gateando antes de los 9 meses. Me falta una de las mejores: aquí también existe el "coco" aunque con otro nombre, pero se usa menos que la amenaza de: "si no eres buen niño, llamo al médico y te llevará", o "si no te callas, llamo a la policía y te llevará en la patrulla"... Dios mío! se me olvidaba el lobo! Hay todavía mamás que no creen que sea saludable dejar llorar a un niño mucho tiempo. Ahora la estrella: aquí todas las madres son mamás de los hijos ajenos. Todas opinan y todas saben más que uno. Tanto así, que la frase más popular comienza con el verbo "debes....". Pues bien, hay que ser humildes como madres y estar dispuesto a escuchar a las que sí se han ganado la experiencia criando a varios hijos que se acercan a la imagen del hijo que uno quisiera tener, sí o no? pero no se puede escuchar a todas y mucho menos dejarse aconsejar por todas, me niego. Ni siquiera puedo creer que una sicóloga experta en todos los niños sea también experta en el mío. Pero bueno, el título de hoy es si soy una madre sobreprotectora. Pues sí, lo soy si la descripción de la madre sobreprotectora es dictada por alguien experto y vuelve la pregunta: quién es experto? Todos los días quiero aprender algo nuevo con mi hijo y, por supuesto, de él al mismo tiempo que trato de enseñarle a enfrentar la vida con independencia y basado en la experiencia. Dejo que se caiga y eso lo saben los que lo han visto escalar todos los muebles de mi casa y de otras casas. Conoce su cuerpo tan bien que se cae muy pocas veces pues toma precauciones. En fin, dudo que haga todo correctamente; es más, sé que cometo muchos errores. A veces, soy muy estricta; a veces, muy flexible pero siempre le demuestro que puede contar conmigo y que siempre, aun después del peor de los regaños o castigos, estaré lista para sonreir y no guardarle rencor: eso me lo enseñó él. A mis amigas y amigos; tías y tíos; primas y primos; amados y estimados les agradezco sus consejos. Eso sí, no agradezco los consejos de los extraños que no conocen mi vida ni a mi hijo. Ah! y si se han preguntado si alguien me ha tildado de sobreprotectora, la respuesta es... no, todavía.

Saturday, December 15, 2007

No es porque sea mi hijo


Todas las madres deben haber sentido lo mismo algún día. Anoche fue la presentación y fiesta navideña del jardín infantil de Giorgos, mi hijo. El año pasado habíamos decidido que no participaría en la obra de teatro pues además de que no quería hablar de a mucho, estábamos seguros de que no se subiría a la tarima del teatro. Pues bien, este año pagamos disfraz y todo con más de un mes de anticipación y nos enteramos de los muchos ensayos que hicieron, tanto en el jardín infantil como en el teatro municipal, donde se presentarían. Nuestro hijo no es el tipo de niño que exhibe sus talentos delante de extraños, y para él, casi todo el mundo es extraño. Lo llamamos "selectivo" para no darle el terrible rótulo de "antipático" pues cuando lo saluda la gente o, peor aún, lo tocan, no sólo se aleja sino que hace gestos de gran molestia... a veces hasta emite un sonido que podría parecer un gruñido... qué vergüenza, no lo niego, pero así es nuestro Giorgos. Su mamá, sociable como la que más y su papá, amable con todo el mundo aunque más reservado; Georgios: selectivamente gentil y generalmente apático. Pues bien, la presentación era para mi todo un reto pues presentía que la subida al escenario sería un momento decisivo de su vida. El disfraz era de ayudande de Papá Noel o de San Basilio, en versión griega. Colores brillantes, tela desconocida - terciopelo- y unos zapatos que como los de los arlequines que tienen campanita incorporada, dorados. El sombrero, de duendecito con, por supuesto, tres campanitas. El rol de Giorgos en la obra de teatro era casi desconocido para nosotros pero sabíamos que incluía una frase en rima que nos escribió la profesora en un papelito y que practicamos por más de 3 semanas. Sobra decir que ahí me tomé unas vacaciones de español exclusivo y declamé con él en griego. Se la aprendió de memoria, pero eso no era lo difícil. Por instrucciones de la profesora, era necesario pedirle que hablara alto, que no susurrara pues a pesar del micrófono que usarían, querían darles ánimo y seguridad a los niños. Así que el entrenamiento de voz vino por parte de padre -en griego - y de madre - en español- hasta que logró declamar su rima en voz alta, montado sobre una mesa.

Y se llegó el día, anoche. Debíamos estar en el teatro a las 6:45 pm pues la presentación empezaba a las 7 en punto. Los niños tenían que ir ya disfrazados y listos para ser "depositados" en escena. Empecé a vestirlo a las 6 y ahí empezó mi suplicio. No le gustaron los forros para los zapatos (a pesar de las campanitas). No le gustó cómo le cerraba la blusa por detrás y mucho menos el terciopelo en su cuello - es calentón y jamás siente frío a menos que esté ya morado después de una hora en la bañera- y no le gustó la idea del cinturón por fuera de la blusa pues prefería arrastrarlo por el suelo. ¿Será que añado que tampoco quería ponerse el sombrero? En fin, a punta de llanto y tras palabras de consuelo de mi parte y el agotamiento de la paciencia de parte del papá, logramos montarlo al carro vestido con todo menos el sombrero. La llegada al teatro fue conmigo solamente pues el papá se fue a parquear el carro donde encontrara: hagan de cuenta Cali. En el instante en que vio el teatro lleno, empezó a decir que no quería.. no quiero... no quiero... no quiero.

Llegamos muy al frente y nos sentamos en la primera fila donde encontramos a otros niños, por cierto muy orgullosos con sus disfraces, y a las profesoras que lo saludaron con mucho cariño. Quiero comentar que las profesoras del jardín infantil son todas muy dulces y parecen quererlo: él las ha aceptado a casi todas y las conoce por su nombre... bien. No logramos sacarle el "no quiero" de la boca hasta el instante en que empezaron a convocar a los niños y cuando la hora llegó de entrar detrás del telón, empezó el llanto amargo e histérico. Si pudiera describir lo que sentí, lo haría. Sólo sé que quería que me tragara la tierra, y no por pena, pues no me importa que mi hijo llore delante de la gente, lo juro! Me dolía en el alma obligarlo a hacer algo que no quería y al mismo tiempo me sentía frustrada al pensar que todos los ensayos y su preparación, serían en vano. Pero no podía dejarlo ir así... una señora que pasó por mi lado -la típica mamá sabelotodo bochinchera y metiche- me dijo: "déjelo que se calme y después...". Me provocó decirle: "y a usted, ¿quién le preguntó?" pero no me salió sílaba. Finalmente lo dejé ir con las profesoras y escuchaba su llanto a través del telón, sintiéndome como un madre débil y consentidora pero al mismo tiempo, aliviada de soltar esa carga a otros. El calmar al artista no podía ser mi papel, lo entendí desde el principio y fue duro aceptarlo. Necesitaba ver a sus compañeros y a todos los que conoce como miembros de su ambiente escolar y en este caso, a sus colegas actores.

Terminaré por resumir que la presentación fue preciosa, que me gustaron todas las coreografías y todas las frases en rima que dijeron los chiquitos. La música y las danzas con tema el medio ambiente; los bosques quemados después de los incendios el pasado verano en Grecia debían ser salvados por los animalitos con la ayuda de hadas madrinas y los siete enanos... ah! y mi hijo! el ayudante de Papá Noel y sus compañeros. Lo que más me gustó fue verlo entrar en su escena, mirando todo el tiempo a sus compañeros y con la sonrisa tímida más dulce del universo, lanzando miradas al público de refilón. En el baile, lo hizo bien, con entusiasmo y buen ritmo caleño; la rima, la dijo perfecto con el micrófono muy bien puesto en frente. Se lució en su papel y habló claro y fuerte en su voz de bebé grande, hombre pequeñito. Me hizo la mamá más feliz del mundo y en medio de mi pánico, pues pienso que yo tenía más miedo que él, me lanzó una mirada de reconocimiento -yo juraba que no me veía de donde él estaba- y le dijo a su compañerito de al lado: "mira a mi mamá". Música, danza, villancicos, niños dulces e inocentes que se sintieron orgullosos de sí mismos, hicieron que la velada quedara para siempre en mi memoria. Mi hijo, no es porque sea el mío, fue el mejor de todos... con su sonrisa de satisfacción demostró haber dado un paso decisivo en su vida como lo mencioné antes. Creo que aprendió que el mundo puede que sea muy grande para él, pero eso no significa que no pueda conquistarlo.


Thursday, December 13, 2007

Las cosas más simples

A veces cuando me siento a escribir, me ataca un deseo inmenso de impresionar y de contar algo tan interesante o gracioso, que haga de mi artículo uno digno de publicar. Luego caigo en la cuenta de que esta es mi bitácora y como tal es un diario sobre mi vida y los sucesos que a mí me parecen importantes y me digo: ¿y qué importa si no le parecen interesantes a otros? que para el caso son los que me leen.... hmm... pues bien, hoy no les contaré nada importante o mejor, hoy no escribiré nada importante en mi diario pero sí mencionaré la noticia que me ha dejado casi sin habla esta noche y me ha puesto a reflexionar. Acabo de enterarme de que una conocida de hace muchos años, caleña, acaba de morir en una sala de cirugía y que no era en lo absoluto algo esperado o ni siquiera temido.

Estas cosas lo ponen a uno a pensar: vivimos diciendo que la vida es corta pero no lo entendemos sino cuando una persona conocida -y más aun amada- muere súbitamente. El temor que sentimos las madres de morir y faltarle a nuestros hijos - que es gigante - no tiene nada que ver con el verdadero miedo a la muerte, pienso yo. El temor a la muerte súbita y a la partida de este mundo en general va más allá del instinto de conservación nuestro y el de los que dependen de nosotros. Creo que, en mi caso, es miedo a perderme de tantas cosas lindas que ofrece la vida. Es pánico de perderme la picardía de mi hijo cuando me responde que "me ama más" que yo a él aunque lo diga en juego; es temor a no volver a tomarle la mano a mi marido en las noches frías cuando ya estamos casi dormidos y sentirlo siempre cálido y receptivo. Pienso que aunque todos tenemos la certeza de que un día no estaremos más aquí, lo que verdaderamente rechazamos es perdernos de algo. ¿No es esa la misma sensación que la que tenemos cuando nos vamos de una fiesta más temprano que los demás y tenemos la sensación de que va a pasar lo más gracioso de la noche después de nuestra partida? En mi caso pienso que es así. Cada minuto de mi vida soy feliz: aún cuando me siento nostálgica o aburrida por cualquier razón. En el momento en que siento ira -soy humana y madre de un hijo de 4 años, lo saben- no pienso que qué bueno que puedo sentir ira y luego no sentirla más y reirme de mí misma o contar el cuento después y reirme de mí misma... la felicidad viene después de reirme de mí misma si lo logro.

Cuando recibo esos a veces insoportables mensajes de positivismo (no niego que algunos son realmente conmovedores) me pregunto si la gente que los escribe sintió al escribirlos la misma dicha que siento yo cuando me levanto por la mañana y lo primero que veo es a mis dos hombres -el grande y el chiquito- sonreirme de "buenos días". Son esas cosas tan sencillas que no se cuentan, no valen la pena para otros, no tienen sentido sino para el que las vive y las aprecia. Vivir en Rodas es una dicha; vivir casada con el hombre que amo es maravilloso; tener a mi hijo que deseé tanto es el paraíso. Bueno, como que me puse filosófica. Hoy quería escribir lo que se me ocurriera y lo hice. Me queda en la mente la imagen de esta casi amiga (no fuimos amigas íntimas pero la traté durante temporadas enteras de vacaciones) y la de los tres hijos que dejó. No puedo más que sentirme feliz de estar viva hoy y ahora.

Tuesday, December 11, 2007

Mi gente favorita en Rodas

Seamos sinceros pues... además de mi familia, los mejores amigos que he hecho en Rodas son mis estudiantes de español. Mi familia, en mi caso la política, ha sido buena conmigo desde mi llegada a Rodas. Después de ver que yo era todo menos un extraterrestre, me trataron con todo el cariño del pariente que merece pertenecer a su clan. Pero dije que hablaría hoy de mi gente favorita y necesariamente mencionaré personas que ya son mis lectores... o al menos eso creo.

En primer lugar hablaré en general. Las personas que deciden aprender a hablar español en Rodas tiene todas algo en común: quieren aprender y casi siempre por placer. Viví por muchos años la frustración del que desea aprender inglés -durante los años que enseñé este idioma en Cali- porque le toca! porque si no aprende inglés, no tendrá posibilidades de avanzar en su carrera; porque se lo exigen en la universidad; porque quiere viajar a otros países donde tenga mejores perspectivas de desarrollo. Por regla general, aprendemos inglés por necesidad. El español en Rodas es algo exótico, sensual, y moderno como la música de Shakira y de Juanes. Es el idioma más parecido al italiano que conocen y por qué no? el de las telenovelas latinoamericanas más recordadas en Grecia cuando todavía no se doblaban con voces de actores griegos. El turismo hispanófono se limita a los visitantes que vienen en los barcos cruceros y por lo tanto pasan apenas unas seis u ocho horas en la isla. Entonces, qué los hace buscar profesora y comprometerse con un horario que en el caso de todos mis alumnos es de 2 veces por semana al menos 1 hora y media? Ellos lo saben mejor que no y los motivos son varios pero son estos motivos que yo adivino lo que me hace estimarlos tanto y por eso me atreveré a decir cuáles creo que son.

  1. Es la lengua de una de las literaturas más cotizadas ahora en Europa y desde siempre valiosas en toda la civilización occidental.
  2. Es el idioma de las poesías de Pablo Neruda que aquí es leido no solamente en la facultad de Filología Española, sin olvidar al Gran Gabriel García Marquez que nos ha permitido no estar únicamente en las listas de las naciones más peligrosas: gran proeza!
  3. Esta lengua hija del latín y nieta del griego que ha heredado tanto de sus antepasados que para un griego es un placer indescriptible encontrarse "sus" palabras en los vocabularios que aprenden.
Vamos ahora a los motivos que yo interpreto de las personas que acuden a mí y a otros profesores de español en Rodas:

  • Son personas inteligentes y casi en su totalidad, tienen un talento innato para aprender lenguas extranjeras. Por lo general, mis estudiantes ya hablan inglés, francés, italiano, finlandés y por supuesto, griego. Tengo incluso una estudiante que habla sueco.
  • Son hombres y mujeres sensibles que se entusiasman al explorar el mapa de los continentes nuevos y hasta el nombre de la más pequeñita isla les hace sonreir y soñar con viajar a través del Atlántico.
  • Tiene mente abierta y no rechazan un café colombiano colado unos segundos antes de comenzar la clase. Dicen incluso olerlo desde que se acercan a la puerta de mi apartamento en el tercer piso.
  • Son curiosos y curiosas de todo aquello que nos diferencia pero aún más de aquello que nos hace parecidos. Hacen las preguntas correctas sobre mi Colombia que ha tenido siempre tan mala publicidad internacional.
  • Darían mucho por poder bailar una salsa con un(a) verdadero(a) parejo(a) caleño(a) -aquí no hay!!- y luego poder decir que NO es tan difícil.
  • Son profesionales excelentes: un médico ginecólogo; traductoras (una literaria del francés y del español al griego); un abogado; 4 guías turísticos; economistas; terapista del lenguaje; oficial de la guarda costera, etc. Sólo una alumna mía está todavía en su último año de secundaria pero ya tiene decidido estudiar filología española y probablemente en España pues su madre es de Barcelona.

Como pueden ver, no son personas comunes y corrientes, no para mí. Son personas que se han convertido en mis mejores amigos y que quiero y estimo tanto como a mi familia política. Los he conocido y tratado, a algunos por años, y siento que sin ellos mi vida no sería tan linda en Rodas. Gracias a ellos amo más el español y a mi Colombia. Gracias a ellos, me divierto y al mismo tiempo me gano mi dinerito. Gracias por querer aprender español! Yo he aprendido más que todos ustedes.

Monday, December 10, 2007

Poco antes de Navidad

Es una época de nostalgia para mí como seguramente lo es para muchos inmigrantes que extrañan las fiestas al lado de una familia de más de 25 miembros de edades entre los 80 y pico y los pico. La Navidad en los países cristianos tiene en común que tanto el 24 de diciembre como el último día del año, requieren de mil preparativos. No soy de muchos preparativos pero ya tengo ganas de decorar el árbol y mi pesebre miniatura. Rodas, como algunos de ustedes sabrán, es cristiana ortodoxa. El cristianismo ortodoxo griego es como un catolicismo que dejó de avanzar en el mismo instante en que se separó del papa. Como la idea no es hablar ni de religión ni de historia, les contaré algunas de las diferencias que me hacen echar tanto de menos a mi Cali linda en este mes de fiestas así como las que no.



En Rodas no hay nieve así que no crean que tengo el paisaje de Papá Noel al lado de pinos blancos que disfrutan los de los países escandinavos, o hasta París y Londres. Eso sí, este año disque el alcalde nos instalará una pista para patinar en el hielo... les contaré después. Sí hace frío y, especialmente estos días, hemos tenido unos niveles de humedad tan altos que pareciera que no respira uno el aire sino que el aire lo respira a uno: duelen los huesos, la nariz está siempre mocosa y la piel se pone como un cartón. Pues bien, este no es mi clima favorito como lo pueden adivinar. La lluvia, especialmente cuando es de noche y no tengo nada que hacer fuera de mi casa, me gusta y es necesaria en esta isla rocosa y seca. Como los turistas ahora brillan por su ausencia, las calles están más tranquilas y hay menos ruido; también se ha perdido el color de sus camisetas internacionales al igual que las múltiples cámaras fotográficas y de video. Calles vacías, más tranquilas y más frías; no menos bellas. El paisaje es en general, verde y tranquilo.



Mi familia en Rodas es muy pequeñita y he comprobado que basta y sobra para pasar una Navidad feliz y con buenos deseos para un cumpleaños más de Jesús y para un año que comienza. ¿Saben qué extraño? extraño las reuniones de 45 personas, la comida, la buena pinta (no demasiado cara) y las muchas risas. Extraño jugar al amigo secreto como oportunidad para describirnos y burlarnos de nosotros mismos. Extraño los gritos de los mil y un primitos que son los que más gozan estos días llenos de inusual euforia y muchos juguetes y diversión. Extraño esa oportunidad de echarme una bailadita con mis hermanos y mis primos, pero también con mis tíos que no pierden su estilo de los años de antes. Extraño tantas cosas que hasta llego a sentirme triste. Pero...



¿Saben qué no extraño? No extraño el tráfico de Cali que en diciembre es insufrible. Las eternas distancias hasta la casa en donde pretendes trasnochar pero si decides no hacerlo no ves la hora de volver a la tuya antes de que se ponga "más" peligroso circular. No extraño ya la cabalgata del 25 de diciembre, pues ya no veía nada por estar pendiente de un niño de 2 años (ahora 4 pero lo mismo sería). No extraño los almacenes Exito, SuperLey, etc. en los diferentes centros comerciales, pues qué pereza tanta cola y tanta cosa que quisieras comprar y no puedes o no vale la pena. Aquí en Rodas el comercio también pulula pero no me afecta pues las rebajas de enero hacen que valga la pena aguantarme hasta entonces para comprar uno o dos trapos.



No importa, las fiestas navideñas no valen por el lugar donde te encuentres, sino por las personas que te rodean. Mi marido, mi niño y la hija de mi marido a la que quiero como si fuera mía, estaremos muy contentos de tenernos unos a otros en estas fechas. Tendré en mi mente y en mi corazón a todas esas personas que quisiera abrazar más veces de lo usual y gracias a quienes estoy donde estoy y soy quien soy.

Thursday, December 6, 2007

El Reto del bilingüalismo

Mi hijo Giorgos tiene 4 años cumplidos el pasado octubre y apenas hace unos seis meses decidió hablar. Mi marido y yo estábamos seguros de que no era ni por falta de estímulo o incapacidad, sino por pereza. Entendimos sin necesidad de sicólogo que nuestro hijo iba a decidir cuándo hablaría pues ya todo lo que se le decía lo comprendía y simplemente no había sentido ganas de hacerlo. Ha sido siempre así: caminó cuando quiso; salió feliz de la habitación de sus padres cuando le llegó la hora; entró y empezó a disfrutar en el jardín infantil con apenas 1 semana de llanto cada día menos fuerte. Aquí entre nos, no ha querido del todo ir al baño cuando tiene que hacerlo pues muy frecuentemente es desde un poco hasta demasiado "tarde". Es un niño normal; creciendo muy saludablemente y pienso que lleno de felicidad y paz.

Pero dije que hablaría de su habilidad -nada extraordinaria- de hablar dos idiomas. No soy profesional en el tema ni pretenderé serlo, aclaro desde el principio, pero me atrevo a decir que cualquier niño nacido de padres que hablan dos idiomas diferentes, puede hacerse mano de este "privilegio". ¿Requiere de talento? no dudo que sí y hasta el momento, no lo he visto enfrentando ninguna dificultad. Por supuesto, no estamos todavía en la edad escolar así que les contaré qué pasa cuando estemos ya haciendo tareas en el idioma griego. Todos lo han oído: cada padre le habla a su hijo exclusivamente en su idioma natal así que el resultado ha sido que Giorgos habla español y griego. Lo curioso de la experiencia no es lo fácil que él distingue entre un idioma o el otro: traduce todo lo que nos dice cuando estamos presentes papá y mamá, sino que ha empezado a preguntar cómo se dicen ciertas palabras en un idioma o el otro. Es una delicia oirlo cantar canciones en los dos idiomas pero es para morirse de la risa cuando canta en griego una canción que aprendió originalmente en español. No la traduce, la cambia componiendo una nueva! Como yo enseño español, él escucha las lecciones y aunque estoy segura de que todavía nada aprende de estas, está acostumbrado ya a la rutina del estudiante que trata de hablarle español y luego opta por el griego para el mismo resultado de siempre: no responde.

El reto, como lo llamé en el título, no es verdaderamente tan grande a la edad de Giorgos. A mí solamente me habla en español con la excepción de los días que decide "enseñarme" palabras en griego. Al ser profesora, temo a veces corregirle pues no quiero interrumpirle todo el tiempo, pero él se siente feliz de repetir la palabra o la frase, como la dice la mamá o el papá. Es frecuente que me diga "mamá, dilo como papá" y luego añade "en guiego" (griego). Como madre, me siento feliz por él y no lo niego, orgullosa pero como profesora de español, me divierto increíblemente viéndolo cometer errores en la gramática cuando traduce literalmente cosas que no se dicen en español. ¿Ejemplos? intraducibles la mayoría pero adorables. ¿El acento? casi imperceptible pues la fonética griega y la española son muy compatibles y no existen sonidos en griego que no podamos pronunciar los hispanófonos y viceversa. ¿La entonación? ciento por ciento griega y lo noto yo pero seguramente lo notaría cualquiera que ponga cuidado. Eso sí, que no intenten hablarle en español demasiado "defectuoso", no es que sepa que no le dicen las cosas correctamente, simplemente tiene muy claro que: los griegos deben hablarle griego y los hispanoparlantes, ESPAÑOL.

Puedo sí, decirles con orgullo, que por falta de "malas influencias" por ser yo su única fuente (tiene muy poco contacto con otros niños hispanoparlantes) habla igual que yo y dice exactamente lo que yo digo... me río al decir esto pues mi madre sabrá en este momento que habla la pequeña Larousse que es el apodo que ella y yo compartimos. Cuando le llamo, me responde: "dime" y cuando me pide algo, debe añadir el "por favor" así como después el "gracias, mamá" y en otros casos el "de nada, mamá" o el "permiso, mamá" y el "perdón, mamá". ¿Cuánto le durará la "buena educación"? no tengo idea, pero por el momento, es lindo escucharlo y aquí termina la mamá enamorada de su hijo.

Wednesday, December 5, 2007

Apenas un saludo

Cuando siento que no tengo un tema del día no muy interesante, decido no escribir sobre nada específico sino sobre cualquier cosa. Me gustaría que, al menos mi familia y amigos, me contestaran alguna vez y por eso habilité la libre inclusión de comentarios en mi blog. Basta con hacer click sobre la palabra "comment" que tiene al lado un icon de un lápiz. He comentado con algunos de mis conocidos la noticia de que soy blogger (escritora de blog) y he recibido tanto felicitaciones como advertencias. Las felicitaciones vienen de personas que encuentran muy valioso el hecho de que cuento mis vivencias en un medio tan público como internet y que estas vivencias son curiosas, a veces interesantes y a menudo graciosas. Los que me advierten me dicen que debo tener cuidado con lo que digo contra alguien y me digo: ¿será que "ataco" a alguien? y la respuesta es NO. Advertí una vez y reitero que mi punto de vista es netamente personal y que si describo cosas que en mi cultura caleña hago sonar graciosas o ridiculizadas, es por mi propia ignorancia de lo griego o, más específicamente, lo rodiano. Además, intento ponerme a mí misma en ridículo tantas veces como sea necesario pues en esta experiencia de vivir como inmigrante privilegiada en Rodas, esta caleña se la pasa pero muy bien! Le pondré humor a lo que para mí lo tenga y con seguridad buscaré que mis más queridos familiares y amigos se rían de mí y conmigo. De los rodios ellos mismos se ríen y jamás, de mala fé, lo haré yo.

Entonces les envío a todos un saludo personal y cibernético y les invito a que me den ideas sobre los temas que les puedo escribir puesto que ustedes saben qué cosas vemos diferentemente los caleños cuando salimos de nuestro Santiago de Cali. No pretenderé universalizar mis opiniones caleñas y haré siempre honor al título de mi blog: soy una caleña (Colombia) en Rodas (Grecia) que no tiene la menor intención de predicar qué está bien o no. Solamente quiero divertirme con las palabras y ahora que estas viajan a todo el mundo de forma inmediata y llegan a ustedes, qué gusto contarles lo que me encantaría sentarme en su sala -o comedor- a narrarles en persona.

Así que los dejo con la invitación de ayudarme con comentarios y preguntas de casi cualquier tipo... jeje. Hasta siempre y buenas noches, tardes o lo que sea.

Tuesday, December 4, 2007

Buenos Deseos – Segunda Parte

Continúo con los muchos deseos que ofrecen los griegos a sus amigos, no tan amigos y familiares en ocasiones especiales o no tan especiales.

- Cuando alguien cumple años: le desean “muchos años” sin decir “felices” pero, sí, se sobreentiende. A la familia del cumpleañero le desean “que lo/la disfrute” es decir, eso! Esta felicitación también se le extiende a quien celebra su onomástico pues aquí en Rodas –y en gran parte de Grecia – se les da a los hijos nombres de santos y dichos nombres se heredan de abuelo paterno a hijo primogénito y de abuela materna a hija. Esto hace que sea especialmente lindo ir a visitar a un Yannis si su abuelo Yanni aún vive, no?

- Cuando un estudiante pasa algún examen difícil con éxito: le felicitan diciéndole “estás más arriba” o “estás más alto” es decir, que en caleño “eres lo máximo”.

- Cuando una pareja tiene aniversario de bodas, una vez más: les desean “que vivan”.

UNA ORIGINAL:

- Cuando alguien se compra algo nuevo –un carro, una blusa, unos zapatos – así como cuando se corta el pelo: “Bienvenido” o “Bienhabido” así como “Con salud” y quieren decir: que la nueva adquisición llegue bien y se reciba con salud. Hmmm... será que no son capaces de decirle a uno que no está como tan bonito? Je.

Como no todos los días son ocasiones especiales o merecen felicitación o simplemente un gesto de solidaridad, aquí van las frases de buenos deseos que se oyen más frecuentemente:

- Los lunes: “Feliz semana”

- Los primeros de cada mes: “Feliz mes”

- En octubre: “Feliz invierno”

- En abril o mayo: “Feliz verano”

- En cada día festivo nacional o religioso: “Al año que viene”

Si alguno de ustedes está pensando en los buenos deseos que sí expresamos verbalmente en Cali no están incluidos en mi lista, es porque no la terminaría jamás. Esos también se dicen aquí.

Para despedirme por hoy, “Feliz noche”, “dulces sueños”.

Nota: Si me he olvidado de alguno de los buenos deseos de los griegos de Rodas, prometo incluirlos en publicaciones futuras.

Monday, December 3, 2007

Buenos deseos

“Buenos Días”, “Buenas Tardes”, “Feliz Navidad”, “Feliz Cumpleaños” y “Felicitaciones”. Casi dije todos los buenos deseos que expresamos en nuestro español latinoamericano. Pienso que si me faltan algunos, ustedes ya los conocen. Pues les comunico que a pesar de que parecen muchos, se quedan muy corticos ante la cantidad de buenos deseos que expresan verbalmente los griegos de Rodas. Es admirable y como en la traducción literal perderé mucho, les explicaré lo mejor posible cada uno de los que he aprendido en mi tiempo en Rodas.

- Cuando una mujer espera un bebé: le desean a ella: “con bien” es decir, que le vaya bien en su gestación y en su parto. También, aunque ya no está muy de moda le desean a ella: “Buena liberación” o que se libere bien del embarazo con un buen parto.

- Cuando nace un bebé: le desean a los padres, a los abuelos, tíos y toda la parentela directa: “que les viva” es decir, que les viva el bebé muchos años lleno de salud. Esto pueden seguirlo diciendo aún cuando los hijos están grandes y tras simplemente haber preguntado por ellos.

- Cuando el bebé es bautizado: le desean a los padres: “Bienvenido el nuevo cristiano”, mientras a sus padrinos de bautizo les desean: “que sean dignos”, es decir, que se merezcan ese ahijado y el título que acaban de ganarse como padrinos.

- Cuando una pareja se prepara para su matrimonio: le desean “Enhorabuena”.

- Cuando una pareja se casa: le desean a sus padres y hermanos (y padrinos si son conocidos) “Que les vivan” es decir, que los disfruten y como expliqué en mis primeros deseos, con vida y salud. A la pareja: “Que vivan” (se sobreentiende, “felices”). El resto de invitados se felicitan entre sí, diciéndose: “para sus hijos” es decir, que se casen sus hijos si la pareja tiene hijos o, “para usted” es decir, le desean que se case.

- Cuando alguien se enferma: le desean “que pase” y se sobreentiende, el mal o la dolencia. Este deseo también se le trasmite a los allegados del enfermo, solamente cambia un pronombre: “que le pase”.

No he llegado todavía al cumpleaños ni a los aniversarios de bodas así que les prometo que esta lista continuará...

Friday, November 30, 2007

Del Trópico al Mediterráneo Parte 2

Mi primer “shock” cultural

La palabra “montañero” en el Valle del Cauca hace pensar a la gente en una persona a la que “bajaron de la montaña con espejo retrovisor” y por tanto, no sabe nada del nuevo valle donde ahora habita. Hmmm... y los caleños, no somos acaso también montañeros cuando llegamos a Europa? Por supuesto que sí, y yo lo comprobé cuando llevaba apenas unos días en Rodas. Será una isla, estará aislada del continente por 50 minutos en avión (en verano y con buen tiempo en invierno también) y más o menos 16 horas por barco a Atenas; pero Rodas está en Europa yo me sentí montañera a la orilla de mar Mediterráneo. La primera consecuencia de llegar como extranjera caleña a tierra rodiana fue el provocar una curiosidad inmensa entre la familia grandísima con la que mi entonces prometido me recibió en el aeropuerto. Todos pensaban –me lo contaron después- que yo me parecería a las protagonistas de las telenovelas mexicanas o brasileñas que han transmitido y aún transmiten aquí, dobladas al griego (para tristeza de muchos) y llenas de personajes irreales y llenos de maquillaje y de belleza de exportación. Yo no es que sea fea, pero ni me parezco a estas protagonistas altas y de melena, con labios y pestañas de muñeca, ni uso ropa de bailarina de mambo en bar de Miami. Así que me disculpo si di a entender yo me llevé sola el primer “shock”; mi familia rodiana me sorprendió por su número en el aeropuerto pero yo los sorprendí más con mi apariencia común y sobre todo con la ausencia del sombrero que en traducción al griego significa: sombrero de charro mexicano.

Ahora sí, mi primera montañerada ¿cuál fue? No fue por el idioma pues se sabía que yo no hablaba gota de griego: mi buen inglés me permitía comunicarme con la mayoría de las personas de más de 25 y menos de 70 años. No fue como ya les dije por mi forma de vestir o mi apariencia física en general. Fue cuando visité la primera “taverna” que en Grecia es el restaurante familiar, el bistró francés, tal vez la trattoria italiana. Aquí comen como griegos, y esa expresión quizá no sea conocida en las Américas pero en todo Europa lo es.... comen muchísimo. La forma de servir, para mí la más sabia: lentamente y sin levantar sino los platos ya vacíos o los que ya no tienen espacio sobre la mesa y su contenido se vierte a otros platos. Sirven las famosas entradas que varían entre ensaladas frías, pescados chiquitos fritos, verduras cocidas, mariscos, gramíneos y aquí les dejo el primer etcétera. Estas entradas son servidas en platos pequeños, medianos y grandes mientras que cada comensal tiene el suyo pequeño para ir probando de todo lo que van trayendo. Aquel que ordena, el que invita casi siempre, se deja aconsejar por el maitre que es por lo general el dueño o el yerno del mismo, o su hijo o su nieto o su primo. Se lleva la orden que parece más una lista de compras en el supermercado para un mes y va sirviendo poco a poco mientras todos disfrutan del vinito de la casa que es maravilloso casi sin excepción o del “Ouzo” (úzzo) que es el aguardiente griego y se toma en vaso delgadito y con hielo. La caleña homenajeada no chistó un momento en probarlo todo, pero sin tener en cuenta que vendría más y más y más y más comida. Mi novio entonces me decía: “con calma que viene más” y yo no escuchaba su consejo; seguía comiendo como si cada plato o bandeja que traían fuera la principal o la última. Pues al final de la primera tanda, yo ya no podía tragar un bocado más y de pronto... ta ta ta tan ta tan! Llegó el plato principal que era dos pescados de más de 2 kilos cada uno para las 6 personas que estábamos en la mesa. Pues sí, también comí pescado y cuando logré dicha hazaña, me sentí muy orgullosa de mí misma por haber honrado a los que nos invitaron esa noche a una cena griega y por haber comido como uno de ellos. Pero me equivoqué... faltaba el postre. Llegaron con una bandeja que traía seis diferentes tipos de dulces y pudines y siropes que hicieron que casi se me salieran las lágrimas. Todos insistieron en que traían varios tipos de postre para que yo probara y en el futuro supiera cuál elegir así que no lo duden, probé de todos y cada uno de ellos.

Wednesday, November 28, 2007

Del Trópico al Mediterráneo Parte 1

Es muy fácil adaptarse a una isla en medio del mar Egeo; una isla bendecida por Zeus y luego por todos los dioses del Olimpo así como en la actualidad por el Dios que cada cual prefiera adorar. Una isla como Rodas es fácil de admirar y por lo tanto, de querer con cariño de verdad verdad. ¿Qué la hace tan especial? Además de su legado arqueológico considerado patrimonio universal y sus bellas playas que son las dos cosas que más admiran sus visitantes, es una isla llena de colores y de sabores. No me alcanzarían los días ni las páginas para describir sus encantos y de ello pueden dar fé, de primera mano, mis familiares y amigos que la han disfrutado en casi todas sus estaciones del año. A excepción de mi madre que ha venido ya cinco veces desde que llegué en el 99, todos los que me han visitado han llegado como turistas con la ventaja de haber sido guiados por un local – mi marido- y poco a poco a lo largo de los años, por una caleña ya entrenada en ser local. Tratando entonces de ser un poquitico objetiva y quedarme en el limbo de la inmigrante caleña desde pequeña y la ya aclimatada a la vida de la isla de Rodas, les contaré cuáles pienso que han sido las primeras y más fuertes impresiones que tiene un visitante caleño en Rodas.

  1. Belleza ante los ojos! No solamente la natural: un mar de un azul intenso que pareciera no tener fin, al menos hacia el sur pues al noroccidente se alcanza a ver la costa de Turquía. Un cielo despejado y brillante con un sol que pareciera contratado por los adictos al bronceado. La obra de la mano humana: Una ciudad medieval habitada y llena de vida con las huellas de lo que fue hace más de 4 milenios y no volverá a ser. Hay que verla para creerla.
  2. Placeres del paladar. La mejor comida del mundo, a mi parecer, se come en esta región tan poco fértil en comparación a nuestro bello trópico, donde se puede cultivar cualquier cosa. Aprendí que los mejores sabores no vienen realmente de la variedad, sino de la recursividad del que los prepara. No terminaría nunca la lista de productos, todos deliciosos, provenientes de la oliva. El pescado y los mariscos: ya condimentados (según los rodios) por la mayor cantidad de sal del mar Egeo. Los vinos, los tomates, las hortalizas silvestres, el queso feta que como saben proviene de la leche de cabra... hmmm... inolvidables sabores para el más indiferente y el más exigente.

La lista continúa y repito, no hay suficientes páginas que puedan contener todo lo bueno y bonito de Rodas, pero como este es mi blog y no un folleto de turismo, los dejaré investigar, por sí sólos, sobre los sitios a visitar y las cosas por ver en esta isla. Aquí les van entonces, otras primeras impresiones. Y ahí vamos otra vez:

  1. No conocen la Salsa!!! Sí, la salsa que bailamos en Cali, Juanchito y otra vez en Cali! No tienen idea de si esa música es igual a la samba o al tango argentino! Aggrrr! Las danzas griegas y las de Rodas en particular son bellísimas y se llevan a cabo en grupo, algo admirable de ver pues no se ve en las pistas de baile o en las fiestas de los matrimonios, que dos personas se paren una frente a otra y mucho menos que se guíen y aun así se goza de lo lindo. Bien, aclaro que en Atenas sí se ve una influencia fuerte del ahora tan popular ritmo “latin” que entre otras cosas ha sido tan mal interpretado en algunos medios que se ve en la televisión carnavales brasileños con música cubana de fondo o parejas con traje de tangueros en tablados de flamenco. Pero en Rodas? Vengan, caleños, enseñemosles!
  2. No trabajan... Pero toman café! Suena a la descripción de un colombiano pero no lo es. El horario de trabajo de esta isla es un horario europeo, de acuerdo, de 9 (o 10 o 11) de la mañana a 2 de la tarde y luego de 5 de la tarde a 9 o 10 de la noche dependiendo de la época del año. Durante el veraño el sector comercial por supuesto trabaja una jornada contínua sobre todo en las zonas hoteleras. Pero adivinen, religiosamente un rodio sale de su almacén u oficina a tomarse un café al centro o a las afueras o a la cafetería o “café” de su preferencia a las 11 o 12 de la mañana (casi hora del almuerzo en Colombia, no?) Este café que consiste muchas veces en café frappé (nescafé con hielo, horroroso) o en capuchino, con suerte preparado por una buena máquina de café espresso italiano; o en cerveza o jugo de naranja o gaseosa, es más que una bebida o un descanso entre la jornada matutina: es la oportunidad para perderse de los empleados y los clientes potenciales durante 2 o 3 horas. Calculando bien, para cuando han terminado su “café” o se han jugado unas dos manos de damas chinas ya va siendo hora de ir a almorzar entre las 3 y las 4 p.m. Resumamos, después del segundo “café” a las 8 o 9 p.m., preámbulo de su cena (nuestra comida nocturna) a las 10-11 de la noche, contamos las horas que trabajaron?

Tuesday, November 27, 2007

El estrés

Hablando del estrés, se me viene a la mente una anécdota que contaba a mis ex compañeras del Liceo y amadas amigas de siempre cuando visité Cali la penúltima vez. Antes de ser madre, ya había encontrado un trabajo en mi propia casa y consistía (y aún consiste) en enseñar español. Desde el principio fue fácil encontrar alumnos pues el nuestro es un idioma apreciado por los rodios y es, por lo general, el tercero o cuarto idioma que decide aprender un griego. No lo aprenden por necesidad como el inglés, ni porque sus padres lo imponen, como el inglés otra vez. Bien, pues mi única ocupación entonces era la de empezar una vez más a experimentar en la cocina pues había abandonado la culinaria después de la universidad en EEUU y al regreso a Colombia, y enseñar mis lecciones de español. Dentro de mis otras labores del hogar, aprendí a no dañar demasiada ropa en la lavadora y a tender ropa en los enemil tipos de tendederos que existen aquí.... NO, no hay secadora en todas las casas! Y sí, el sol está presente más de 300 días al año en la isla de Rodas así que tender la ropa se convirtió en un reto maravillosamente estresante: no debía hacerlo de noche pues los vecinos me decían se dañaba la ropa; no debía hacerlo en los meses vientos del sur provenientes del Africa pues se manchaban con la rojiza arena del Sahara (créanme!); no debía hacerlo a horas de mucho sol pues la ropa se resecaba. De acuerdo, aprendí todas estas reglas del horario del tendido de la manera más lógica: lavaba ropa muy temprano en la mañana y la tendía afuera en primavera y otoño, adentro en verano e invierno. Me aseguraba eso sí, de cumplir con todos estos requisitos. No le conté tantos detalles a mis amigas del Liceo, pero sí les conté de mi estrés! Era tan importante tender la ropa a la hora indicada y en el lugar debido que si por casualidad tenía dos lecciones por la mañana y media hora de descanso entre la primera y la segunda, me estresaba!!!!!! ¿Alcanzaré a tenderla toda entre clase y clase? ¿si ando de afán, se me caerá la sábana azul clarita al jardín del vecino? –nuestro apartamento está en un tercer piso. Ese estrés desapareció también, esa es la buena noticia. Nació otro cuando nació mi hijo Giorgos y este empezó a tirarme la ropa por los balcones, en juego, claro!

Monday, November 26, 2007

¿Sobre qué escribo?

¿Sobre qué escribo? No serán tratados de filosofía ni fórmulas para alcanzar la felicidad total; tampoco pretendo enseñarle nada a nadie que no quiera simplemente tomar mi vida como un ejemplo, aunque no como uno a seguir, que quede claro. Lo que sí muy seguramente narraré aquí serán los sucesos que ninguna caleña –que yo conozca, al menos – ha vivido en el siglo veintiuno. Lo que hace únicas mis vivencias es mi misma persona: no existen dos personas iguales, verdad? Así que aunque lo narrado se asemeje a la vida de muchas otras mujeres en el mundo, mi vida es única por ser yo una sola en este planeta... En general, estoy decidida a escribir sobre la vida de una caleña, como lo dice el título de al menos este texto, en una isla de Grecia: Rodas.

Rodas está en Grecia, sí, pero no hablaré en lo posible de los “griegos” sino de los rodios pues no he vivido sino en esta isla desde que llegué y sería ignorante de mi parte referirme a la totalidad de la población griega. Dentro de la isla, en su capital: Rodas, hay aproximadamente 70 mil personas que se atreven a decir que no hacen sino “correr” todo el día. Cuando uno ha tenido que manejar durante 1 hora o más para recorrer media ciudad – Cali en hora pico- dos veces al día, o ha tenido que llevar o recoger a un amigo que vive en Miami Beach cuando su casa está en Boca Ratón sabe que no puede pensar uno en estrés en un lugar donde la distancia mayor es 15 minutos. Ok, digamos 25 cuando uno no conoce la casa ni la calle, o cuando no encuentra parqueadero a las horas en que sale la gente a tomar café en Rodas: de 12 a 3 o de 9 a 11 de la noche, hay razones para estresarse y reflexionar sobre si no era mejor idea venir a pie ya que la distancia original era 15 o 20 minutos máximo de la casa al destino final. Pues sí, la ausencia de estrés en esta isla es lo que la hace tan atractiva para mí como para todos los familiares y amigos que han tenido la suerte y la plata para venir a visitarnos desde que vivo aquí. Recorrerla, o al menos caminarla, es como visitar otro mundo y viajar en el tiempo a otra era. No solamente cuando se visita la ciudad medieval que es tan antigua como los griegos sobre los que leíamos en el colegio en la clase de filosofía o Historia, de esta hablaré en otra ocasión. Esos griegos que nos dejaron tantas respuestas pero también preguntas sobre nuestro origen y nuestro destino. Los rodios que conozco hoy en día, sin dejar de tener algo de los antiguos: son muy atractivos a los ojos de una colombiana común; no cumplen frecuentemente con lo que se espera de ellos viviendo en el lugar que viven. Viven estresados! Pediré una y otra vez perdón por mis generalidades pero para evitarlo, de cuando en vez diré: “algunos rodios”, “algunas rodias” y por supuesto, en demasiadas ocasiones mis protagonistas serán “mis amigos” o “un conocido”. Lo último que deseo es ofender a alguien y de corazón confieso que si yo hubiera nacido aquí, muy seguramente sería uno de ellos con todo y su estrés. El mío lo traje de Cali; de trabajar a una hora de mi casa y de pasarme horas enteras sin comer algo saludable hasta llegar a mi adorable empleada de servicio y mi juguito recién preparado. Un estrés que expresé apenas cogí el carro de mi marido y me di cuenta de que no estaba en Cali, de que no me perseguían y de que no tenía a quién pitarle! AAAhhh!! Hasta allí me llegó el estrés a mí.

Sunday, November 25, 2007

De Cali a Rodas

Toda mujer sueña con encontrar su príncipe azul (al menos las mujeres de mi generación “X”) en un momento de sus vidas. Lo que no esperan, es terminar viviendo a miles de kilómetros y más de 26 horas del aeropuerto de Cali al aeropuerto de la isla de Rodas. Encontré a mi príncipe, sí, mas no vino en corcel sino en un perfil personal de ICQ. Yo lo encontré, que conste, no él a mí, pero lo importante no es eso. Nos conocimos en persona el 20 de octubre de 1998 y llevamos casados un poco más de 8 años y medio. Ya después de estos años viviendo en Rodas, a donde llegué un 2 de febrero de 1999, miro atrás y no puedo creer que me haya adaptado tanto a este continente tan lejano al mío y mucho menos a esta pequeña isla que se ha convertido en mi hogar.

Vivo feliz en Rodas, eso es lo primero que quiero decir, aunque desde el instante en que empiezo a redactar este blog siento que empezaré a escribir sobre razones para no serlo. Es más, quien no me conozca pensaría que estoy loca al contradecirme tanto pero... no es siempre la vida ese contraste de cosas buenas y de cosas no tan buenas que para otros podrían considerarse malas y hasta insoportables? Bien, no me importa en realidad lo que los demás crean que soy: por “loca” me enamoré en 1998 de un desconocido por internet. Por ese mismo motivo decidí conocerlo personalmente e invitarlo a Cali.. sí, vino y luego disque por locura acepté casarme con él. Hoy sigo locamente enamorada de él y del hijo que tenemos, nuestro Giorgos (se pronuncia Yiorgos y significa Jorge). Este título de loca entonces, será muy repetido por mí e indirectamente por personas que mencionaré en el futuro, siempre refiriéndose a mí misma y a mi nueva familia. No es que seamos excéntricos, no. Simplemente la combinación de griego libre de prejuicios y en contra de ciertas tradiciones –mi marido- y una caleña que tuvo la suerte de viajar al final de su adolescencia y el principio de su juventud y que luego se vino feliz de la pelota a vivir a Rodas – yo -nos hace especiales, sí... esa es una palabra que me gusta.